domingo, 28 de junio de 2015

LUCY . . . otra quilter.

 Yo te sugiero que te prepares algo para tomar y
luego te sientes a leerme,
esta entrada será un poquito extensa,
¿ me acompañás?
Me gusta hacer muñecas,
quizá porque las hacía de trapo con mi mamá
 cuando era chica o, quizá,
porque siento que es como jugar.
La cuestión es que quería hacer otra muñequita más.
 Los cuerpos de las muñecas la verdad es 
que no son muy bonitos, 
y  pueden prestarse a muchos chistes, 
pero como  cambian cuando las vestimos, ¿no?.
 Así que una vez listo el cuerpito, 
empecé a jugar mientras pensaba en como sería su ropita.
Lo que sabía de entrada era que la quería sencilla y country.
Una vez que tuve lista su ropa,
había que hacer la colada.
Y luego plancharla.
Las telas y los colores que elegí para vestirla
me encantaron. 
 Una vez que estuvo todo seco y planchado
llegó la hora de vestirla,
¡ arriba los brazos ! , como yo le decía a mis muñecas . . .
porque así me decía mi mamá.
 Ahora ya es tiempo de las pruebas, retoques y arreglos
para que todo quede bien . . . o como yo quiero quede.
 Terminada la ropa,
vamos por los accesorios y/o complementos.
Ella es una quilter, obvio,
y necesita un bolsito donde transportar
su bastidor cuando lleva su trabajo de acolchado
fuera de casa.
 Un poquito de aplicación a puntada escondida,
y decoré con bordados . . . como me relaja bordar,
¿ a uds. también?.
 Este es su quilt, muy country y en log cabin.
 Ya con sus accesorios también listos, 
por fin le puse el pelito.
Pero indecisa, lo que se dice indecisa
 estuve en como hacerle la carita.
Luego de varios dibujos y búsqueda de inspiración
 por fin me decidí.
El nombre fue otra cosa que esta vez
 no salió a la primera, hasta pedí sugerencias
 a algunas de mis alumnas 
( que ahora mismo dirán y para qué nos preguntás ). 
En fin, dudas aparte . . . les presento a
 ¡ Lucy!
 ¿ Y por qué Lucy?, 
por los Beatles, por Serrat y por mi sobri mayor.
 Y aunque Pimpinela también tiene 
una canción con ese nombre, 
lo cierto es que no pensé en ellos para nada.
No es por falta de modestia,
lo juro,
pero a mi me encantaaaaaaaa.
Por suerte hay gustos para todos
así que si no pensás lo mismo que yo
no pasa nada, 
pero decime la verdad, ( o no),
¿ no es relinda?
Mirala bien,
 yo no te hablo así no te interrumpo.

¿Ves como cierra su vestido? . . .
bueno interrumpo solo un poquito.


Acá podés ver más de cerca sus accesorios,
el bastidor, el bolso portabastidor, el quilt que tiene que acolchar y el portahilos.
Y va descalza como yo,  dentro de casa, en esta época.
A mi también me gusta salir
a coser al jardín del fondo de casa..


La enagua tiene una puntilla muy romántica,
se puede ser country y delicada.
Bueno, ya me callo.





¿ Te diste cuenta que se sienta solita?,
no es necesario que este apoyada en ningún lado.
Y después de tanto coser y de acolchar su quilt,
también le gusta tener ratitos para tirarse en el césped
a mirar el cielo.
Estos días ya jugué bastante,
ahora voy a preparar la segunda parte de este proyecto
que espero que me guste tanto como haber 
hecho a Lucy.
Pre venta del Kit, disponible acá.

jueves, 18 de junio de 2015

CAFÉ, CAFÉ y algo más.

Desde hace un par de años se me dió 
por hacer mermeladas con la fruta de temporada 
y recogida de frutales cercanos.
El destino quiso que esta vez
tenga un árbol de nísperos en casa, así que busqué
recetas por aquí y por allá, y 
luego de mezclarlas a mi manera
he quedado satisfecha con mi producción.
Está vez son de níspero y manzana, 
con toques de jengibre y canela.
Así que se me ocurrió regalarles un frasquito a mis alumnas.
Y como me gusta tanto o más la presentación 
que lo que lleva el paquete en cuestión,
empecé con la búsqueda de los materiales.
Y así han quedado de bonitas mis mermeladas.
 No sé si tan ricas como se las ve
pero no se olviden que no me gusta cocinar,
 pero cuando lo hago lo disfruto,
y desde luego disfruté y me relajé
preparando el packaging ( que me gusta más que cocinar)
Y cambiando de tema. . .  
disfruto cuando les propongo 
algo a mis alumnas y ellas se entusiasman más que yo.
Hace un par de días les mostré una foto
 de algo que vi por la red,
y aunque cada una vió lo que quizo ja ja ja,
 a mi me inspiró.
¿ La ven? 
ahí se ve un poquito más,
¿ ya saben lo que es? 
 Ahora sí, ¿verdad?.
 Sí ya sé que sigue sin verse bien,
pero es divertido ¿no?.
 A está altura ya lo adivinaron ¿no?.
 Ahora decime, vos
sos del grupo que pregunta ¿ para qué sirve?,
o sos de las que exclama ¡ me encanta! .
 Bueno está bien, se las muestro completa
y con detalles.
Por un lado,
 y por el otro.
En este caso le puse peso
porque la voy a usar para sujetar alguna puerta
que el viento se empeña en cerrar.
 Pero solo con el relleno habitual
nos puede servir de gran alfiletero,
 si queremos darle alguna función.
Sino, simplemente, decorativa. 
 A veces empiezo algo
sin saber como seguirá, y les aseguro
que este fue uno de esos casos.
Sobretodo porque iba a ser otra cosa, 
pero al final me gustó la visión (o no visión) de una alumna
y se transformó casi antes de empezarla.
Y luego, ya decidida que sería cafetera,
 se me ocurrió ponerle
una tacita que la acompañara,
sujeta con algo que le diera más gracia.
Y mi árbol country preferido
me permitió bordar un ratito
para completar el otro lado. 
La verdad,
me gustó mucho hacerla
y me gusta también mucho el resultado. 
Y como el café o el té
casi nunca faltan en nuestras clases
fue una manera de homenajear 
esos lindos momentos compartidos 
con mis alumnas y amigas.
Ahora me voy a merendar,
que el café ya está listo.




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